Lluís Giralt

La implantación de una cubierta vegetal en un viñedo tiene dos objetivos principales: la disminución de la erosión y compactación del suelo y/o la reducción del vigor de las cepas. El objetivo de los siguientes ensayos son&nbsp;comprobar la incidencia de la cubierta vegetal sobre el rendimiento y la calidad de los mostos.

El manejo del suelo en el cultivo de la vid tiene como objetivo mantener una estructura fértil del suelo basada en un equilibrio entre las fases sólida, gaseosa y líquida, que permita el desarrollo correcto de las plantas, a demás de favorecer la actividad de los organismos activos en la mineralización de la materia orgánica y estructura del suelo. Las condiciones del clima mediterráneo se caracterizan por un periodo seco durante el verano, con precipitaciones acumuladas durante el otoño y la primavera. En este entorno, en que la disponibilidad hídrica es el principal handicap, el manejo del suelo tiene como objetivo mantener el nivel hídrico que permita el desarrollo correcto de la viña y una maduración completa de la uva. La implantación de una cubierta vegetal en un viñedo se realiza con dos objetivos principales e independientes: la disminución de la erosión y compactación del suelo y/o la reducción del vigor de las cepas. Los objetivos de los diversos ensayos en viña son&nbsp;comprobar la incidencia de la cubierta vegetal sobre el rendimiento y la calidad de los mostos obtenidos. Los ensayos se realizan en diferentes condiciones agronómicas y edafoclimáticas: <ul><li>Con un seguimiento del crecimiento vegetativo y del estado hídrico de la planta.</li><li>Un control del rendimiento productivo.</li><li>Un análisis del mosto para determinar su potencial cualitativo.</li><li>Una valoración de los vinos obtenidos en las diferentes hipótesis ensayadas.</li></ul>

Manejo del suelo y cubiertas vegetales

Javier Abad

Miramos poco nuestros suelos y no nos damos cuenta de lo que estamos perdiendo. Allí es donde se ubican los animales, microorganismos o la materia orgánica, entre otras, que aportarán sustento y complejidad para la viña.

Miramos poco nuestros suelos y no nos damos cuenta de lo que estamos perdiendo. Según estudios, 1 cm de suelo puede tardar entre 100 y 1.000 años en formarse. Sin embargo, tan solo se tardan alrededor de 5 años en perder 1 cm de suelo en algunas zonas con pendiente. Allí es donde se ubican los animales, microorganismos o la materia orgánica, entre otras, que aportarán sustento y complejidad para la viña, puesto que hay ciclos en los que intervienen y que son interdependientes. La falta de una de las partes impediría, por ejemplo, tener mayor cantidad de algún compuesto disponible para la vid. Javier Abad es Ingeniero agrónomo e investigador actualmente en el INTIA (Navarra) y en el siguiente vídeo se pregunta: ¿Qué es lo que se esta perdiendo cuando hablamos de biodiversidad? Los organismos que viven en el suelo se pueden categorizar en: megafauna (roedores, reptiles, etc), macrofauna (lombrices, larvas, abejas solitarias, arañas, etc), mesofauna (ácaros, coleómbolos, etc), microfauna (nemátodos, rotíferos, etc), protistas (organismos unicelulares) y hongos (tanto pluricelulares como unicelulares). Hay una gran cantidad de metodologías para detectar y analizar los suelos y saber cómo están, es decir, qué tipo de biodiversidad hay y cuán activa es. En la siguiente ponencia se explican gran cantidad de ellos, muchos de los cuales son posibles de realizar sin un gran coste. Aún así, se explica que lo más importante, independientemente de la cantidad y tipología de microorganismos, es mejorar el suelo.

Conociendo la biodiversidad de nuestros suelos

Anna Sagüés

¿Qué alternativas existen para controlar las hierbas del suelo sin tener que usar herbicidas? La respuesta la podréis encontrar en esta ponencia, a partir de algunos de los estudios realizados por EVENA.

En la segunda mitad del s.XX los herbicidas fueron muy utilizados en agricultura para controlar las mal llamadas 'malas hierbas'. En la última década sobre todo, han ido apareciendo variables como algunos mercados, certificaciones o legislación, que impide o limita mucho su uso. Ante este reto, había que encontrar otras soluciones para conseguir el mismo objetivo de controlar el crecimiento de hierbas debajo de las cepas.
Algunos estudios realizados por EVENA (Estación de Viticultura y Enología de Navarra) con un gran abanico de técnicas, muestra las ventajas y desventajas de cada método. Se puede hacer con medios mecánicos, que precisan de herramientas concretas, o mediante el biocontrol, sin productos de síntesis química. Otro punto que pone sobre la mesa Ana en su ponencia es la opción de mantener y aprovechar la cubierta vegetal bajo la cepa, y ahí vuelve a abrir un abanico de posibilidades con la utilización de diferentes especies herbáceas o mulching.
Finaliza la ponencia con resultados de un ensayo en viñedo con diferentes manejos del suelo y su efecto en el crecimiento vegetativo o la maduración de las uvas.

Manejo de suelos bajo cepas. Alternativas a los herbicidas

Ponencia

Todo el contenido relacionado con la viticultura lo podrás encontrar aquí. La vid es una planta muy resistente, pero su buena gestión será clave en la obtención de una uva que cumpla con los objetivos preestablecidos en cada caso. Podrás encontrar temáticas relacionadas con viticultura de precisión, material vegetal, aplicación de fitosanitarios, etc.

Viticultura

Artículos

Sergio Ibáñez

La implantación de una cubierta vegetal puede plantearse desde distintos objetivos agronómicos como la protección contra fenómenos erosivos, la mejora de la calidad del suelo, el aumento de la biodiversidad y la proliferación de enemigos naturales de las plagas habituales del viñedo, etc.

<h2>Introducción</h2>Tradicionalmente, el laboreo ha sido la técnica de mantenimiento del suelo más empleada en los viñedos españoles. Sin embargo, la utilización de las cubiertas vegetales como sistema alternativo ofrece una serie de ventajas de tipo agronómico, vitícola y medioambiental con respecto a la práctica del laboreo. De este modo, la implantación de una cubierta vegetal puede plantearse desde distintos objetivos agronómicos, entre los que cabe citar: la protección contra fenómenos erosivos, la limitación del riesgo de formación de suela de labor, la mejora de la calidad del suelo, la posibilidad de tránsito de maquinaria en periodos lluviosos, el aumento de la biodiversidad y la proliferación de enemigos naturales de las plagas habituales del viñedo. Todos estos efectos beneficiosos aportados por las cubiertas contribuyen al manejo racional y sostenible del cultivo, favoreciendo aspectos medioambientalmente positivos en la medida que limitan la excesiva utilización de inputs agrarios.[registrado][/registrado]